Entrevista para Viviana Rosenzwit 2a parte

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P: Usted es argentino pero vive hace tiempo en Brasil, donde se habla el portugués. ¿Qué nos podría decir sobre su experiencia de practicar el psicoanálisis en una lengua que no es la materna?

R: Siempre y cuando uno haga el esfuerzo de aprenderla y bien, tanto la mirada como la voz extranjera pueden ser una ventaja desde el punto de vista clínico: hacer aparecer lo unheimliche dentro de lo heimliche. No siempre, sin embargo, estar condenado a ser el extranjero, en el sentido de Camus, es una ventaja. Y cuando se convierte en una identidad es necesario, si aún se puede, sacudirse la extranjería y hacerse un poco autóctono.

P: ¿Cómo ha influido en su escritura?

Yo me fui de la Argentina muy joven y, a pesar de haber salido de la calle Independencia y de Barrio Norte, en materia de psicoanálisis soy mucho más brasileño que argentino. Digamos que el psicoanálisis “me sale” en portugués, y en cambio en castellano estoy obligado a decirlo todo de nuevo. No es exactamente una traducción. Es a lo que se refería Cortázar cuando le decía al amigo Haroldo De Campos que le había mejorado el poema al pasarlo para el portugués. Transcreación llama éste a la traducción. La única diferencia, es que para mí este proceso es de doble mano: la otra lengua no me deja dormirme en los laureles de la una (y si bien los papeles de una y otra se alternan, la que sufre en ambas es la gramática y la ortografía).

No deja de ser curioso que dos lectoras de mi libro, una oriunda de la literatura; la otra, del periodismo, me hayan dicho que mi estilo les recordaba a un autor inglés desconocido para mí (fui a conocerlo después de estos comentarios): Adam Phillips.

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Entrevista para Viviana Rosenzwit 1a parte

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¿Por qué cree que el psicoanálisis presenta una relación tan estrecha a la escritura?

Probablemente por estar tan emparentado con las actividades de la memoria como un registro de huellas que pueden ser reencontradas. Tal vez, el psicoanálisis sea apenas una teoría de la memoria.

¿Qué relación encuentra entre memoria y escritura?

Tal vez pueda ilustrar un poco lo de la teoría de la memoria con la película de Nolan, Amnesia. No sé si en la argentina se tradujo así Memento, pero el título original dice en latín “recuerda”. Es la historia de un tipo que padece un trastorno de la memoria que hace que no se acuerde de nada por más de quince minutos. Escribe, entonces, mensajes para sí mismo sobre la piel o sobre fotos polaroid; para leerlos después de haber olvidado los hechos que originaron estas notas. Supone así, que restablece la continuidad perdida de su self, como dirían los ingleses. Es tan ingenuo que cree que registra las cosas como un periodista desearía, objetivamente. Por supuesto que entre él y sus mensajes está su imaginación, sus prejuicios y otras ideas preconcebidas. Es decir, el discurso del Otro: de todos los otros con los que interactúa y que lo usan contando con su amnesia. A cada vez, él reinterpreta las notas que escribió antes y lo que es cierto cambia a cada reinterpretación. Él es tanto más fácilmente manipulado cuanto más cree que lo que está escrito en su caligrafía es la verdad referencial de los hechos. Hay un diálogo memorable entre él y un policía, que lo usa para robar y matar un traficante y que, cínicamente, le dice que no puede confiar la vida de un hombre a unos papelitos escritos. Su respuesta es que no son papelitos sino “hechos”: “la memoria es engañosa, dice, yo me baso en hechos, como la policía, que no confía en la memoria de los testigos presenciales, que muda todo el tiempo; como ellos, yo busco documentos, pistas y los registro: son hechos.” Todos somos como este hombre y el psicoanálisis es un dispositivo para que los giles nos demos cuenta de cómo el Otro nos manipula a partir de nuestra imaginación a la hora de registrar nuestras “memorias”.

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